El arte de enseñar Genética: una narrativa entre calicos, problemas y creatividad
Cuando pensamos en cómo enseñar genética, es inevitable reflexionar sobre el impacto de las metodologías que elegimos. ¿Cómo hacemos que los estudiantes no solo memoricen conceptos, sino que los comprendan profundamente y, además, desarrollen habilidades cognitivas y socioemocionales? Esta pregunta motivó mi trabajo conjunto con los profesores Marco Antonio Carballo-Ontiveros (Facultad de Ciencias, UNAM) y Sergio Gustavo Rodríguez Gil (Universidad Nacional de San Martín, Argentina). Juntos diseñamos una secuencia didáctica que buscaba combinar lo mejor del aprendizaje activo, cooperativo y creativo. Pero ¿qué ocurrió en el aula? Déjenme contarles esta experiencia.
La secuencia didáctica: un viaje de aprendizaje
La secuencia que llevamos a cabo fue como un mapa cuidadosamente trazado, con once estaciones principales: desde la planeación general hasta la discusión grupal final. En el camino, repasamos conceptos clave, como la meiosis y la herencia ligada al sexo, trabajamos en actividades asincrónicas, aplicamos exámenes, realizamos prácticas experimentales y enfrentamos dos situaciones problemáticas. En esta narrativa, quiero enfocarme en una actividad en particular: la primera situación problemática (SPI), que combinaba aprendizaje cooperativo, pensamiento crítico y creatividad multidisciplinar.
Katy y sus gatitos: Un misterio genético felino
La situación problemática planteaba un dilema intrigante: la gatita Katy tuvo una camada de cachorros con patrones de color muy específicos. Las hembras eran mitad calicó y mitad negras, mientras que los machos eran mitad naranjas y mitad negros. El problema surgió cuando dos vecinos —uno con un gato negro llamado Ninja y otro con un gato naranja llamado Kiro— comenzaron a reclamar la paternidad de los gatitos. ¿Quién era realmente el padre? La tarea de los estudiantes consistía en resolver este misterio mediante los siguientes pasos:
- Identificar al progenitor macho basándose en los patrones de color de los gatitos.
- Realizar el cruzamiento parental y determinar las proporciones genotípicas y fenotípicas de la progenie.
- Narrar la historia en forma de historieta, incluyendo un desenlace creativo.
Aunque este problema parecía simple a primera vista, requería que los estudiantes aplicaran conceptos teóricos complejos, como la herencia ligada al sexo, y que despertaran su imaginación para darle vida a los personajes y a la trama.
Metodologías combinadas: un "collage" de aprendizaje
La actividad no se limitó a resolver un problema genético. La diseñamos como un collage metodológico, integrando enfoques de aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en problemas (ABP) y narración gráfica. Cada elemento tenía un propósito específico para estimular tanto las habilidades cognitivas como las socioemocionales de los estudiantes.
1. Fase inicial: planteamiento del problema (ABP)
El dilema de Katy y los gatos fue el detonante. Queríamos que los estudiantes activaran su pensamiento crítico, aplicando conceptos como las leyes de Mendel, los cuadros de Punnett, la probabilidad. Este enfoque no solo reforzaba el razonamiento lógico-matemático, sino que también conectaba la teoría con un contexto casi cotidiano y, a la vez, llamativo.
2. Cooperación estructurada: roles en equipo
Los estudiantes trabajaron en grupos de tres, con roles claramente definidos: genetista, guionista e ilustrador. Esta estructura fomentó la interdependencia positiva al tiempo que cada miembro asumía la responsabilidad de una parte del trabajo. Además, el trabajo en equipo les permitió desarrollar habilidades socioemocionales cruciales, como la negociación, la comunicación asertiva y el manejo de conflictos.
3. Creación de la historieta: ciencia y arte en acción
La narración gráfica fue el corazón creativo de la actividad. Transformar conceptos abstractos (como cromosomas, genes y alelos) en una historia visual y narrativa, permitió que los estudiantes conectaran la genética con contextos reales o imaginarios. Esta tarea no solo requería comprensión conceptual, sino también creatividad. Así, integramos el arte como herramienta pedagógica, alineándonos con el enfoque STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas). Además, esta estrategia resultó especialmente útil para estudiantes con estilos de aprendizaje visual o narrativo.
4. Socialización y retroalimentación
Finalmente, al presentar las historietas al grupo, los estudiantes tuvieron la oportunidad de explicar sus razonamientos, reforzando el aprendizaje mediante la enseñanza entre pares. Al mismo tiempo, el docente podía evaluar tanto la comprensión conceptual como la creatividad en la resolución del problema. Cabe mencionar que usamos una rúbrica de evaluación que se les entregó a los estudiantes.
Aprender haciendo: entre aulas y laboratorios
Otro elemento clave de la secuencia fue la práctica experimental en el Laboratorio de Prácticas de Genética I, de la Facultad de Ciencias. Aquí, los estudiantes llevaron a cabo cruzas reales con moscas de la fruta, formulando hipótesis sobre los posibles resultados. Este ejercicio les permitió confrontar lo aprendido en clase con la realidad experimental, trabajando con caracteres ligados al sexo y autosómicos. La experiencia práctica no solo reforzó los conceptos teóricos, sino que también les permitió desarrollar habilidades de análisis y resolución de problemas en un entorno científico.
Reflexiones finales: entre desafíos y aprendizajes
Si bien logramos integrar diversas metodologías y estrategias innovadoras, todavía enfrentamos el desafío de evaluar de manera efectiva no solo el aprendizaje conceptual, sino también el desarrollo de habilidades socioemocionales. Aunque hemos implementado cuestionarios, exámenes y actividades específicas para abordar estos aspectos, sentimos que queda un largo camino por recorrer. Confiamos en que herramientas como el Diplomado en Ciencias del Aprendizaje Aplicadas a la Educación, nos ayudarán a fortalecer nuestras estrategias en este sentido.
Lo que queda claro es que, al utilizar metodologías activas y creativas, como el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje cooperativo y la narrativa gráfica, logramos que los estudiantes no solo aprendan genética, sino que también desarrollen habilidades humanas esenciales. Y, en el proceso, les mostramos que la ciencia no solo está en los libros, sino también en las historias que construimos juntos.
Así que, si alguna vez tienen la oportunidad de enseñar genética, recuerden: entre calicos, cuadros de Punnett y un poco de creatividad, podemos transformar problemas complejos en aprendizajes significativos y, sobre todo, divertidos. ¡La ciencia también puede ser arte!
Bibliografía consultada:
- Benaglio, C., Bloomfield, J., Conget, P., Maturana, A., Repetto, G., RONCO, R., & Valenzuela, A. (2009). Metodologías de enseñanza-aprendizaje aplicables a la Educación Médica. Santiago de Chile. Clínica Alemana. Universidad del desarrollo.
- Rodríguez-Gil, S. G., Carballo-Ontiveros, M. A., & Castañeda-Sortibrán, A. N. (2024). Genética mendeliana y teoría cromosómica: un desfase vigente en la educación universitaria. Formación universitaria, 17(1), 11-22: Material complementario del artículo "Genética mendeliana y teoría cromosómica, un desfase vigente en la educación universitaria"
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