Un estudio recientemente publicado en la revista Nature, demuestra experimentalmente por primera vez cómo ciertas diferencias específicas entre nuestro DNA y el de nuestros parientes más cercanos ha dado como resultado las características que nos hacen humanos, cómo ciertos cambios genéticos nos han ayudado a desarrollar un cerebro grande capáz de razonar e imaginar.
Estos cambios no se refieren a DNA adquirido conforme los humanos evolucionamos, es decir, a genes extra que adquirimos y que otros animales no tienen, sino a fragmentos de DNA que hemos perdido, fragmentos que además no formaban genes, sino secuencias de DNA que se encuentran entre genes y actuan como secuencias reguladoras de transcripción durante el desarrollo animal. La pérdida de estas regiones reguladoras causó que nuestros ancestros perdieran por ejemplo los bigotes sensoriales y espinas en el pene.
Para encontrar dichas zonas de deleción en el DNA humano, los investigadores compararon el genoma humano con el del chimpancé, macaco, pollo y ratón. Buscaron por regiones reguladoras específicas que están únicamente ausentes en humanos, pero que aparentemente son vitales para otras especies. El equipo identificó 510 ejemplos donde la pérdida de DNA eliminó secuencias que están altamente conservadas en otros animales, lo cual sugiere que estas deleciones probablemente tuvieron consecuencias evolutivas importantes en los humanos.
Los investigadores concentraron su trabajo principalmente en dos secuencias que actúan como enhancers. Una que actúa sobre el gen AR, un gen produce receptores para hormonas humanas y otra secuencia reguladora que actúa sobre GADD45G, un gen relacionado con el crecimiento del tejido cerebral.
El estudio fue publicado en línea en la revista Nature el 9 de marzo.
Estos cambios no se refieren a DNA adquirido conforme los humanos evolucionamos, es decir, a genes extra que adquirimos y que otros animales no tienen, sino a fragmentos de DNA que hemos perdido, fragmentos que además no formaban genes, sino secuencias de DNA que se encuentran entre genes y actuan como secuencias reguladoras de transcripción durante el desarrollo animal. La pérdida de estas regiones reguladoras causó que nuestros ancestros perdieran por ejemplo los bigotes sensoriales y espinas en el pene.
Para encontrar dichas zonas de deleción en el DNA humano, los investigadores compararon el genoma humano con el del chimpancé, macaco, pollo y ratón. Buscaron por regiones reguladoras específicas que están únicamente ausentes en humanos, pero que aparentemente son vitales para otras especies. El equipo identificó 510 ejemplos donde la pérdida de DNA eliminó secuencias que están altamente conservadas en otros animales, lo cual sugiere que estas deleciones probablemente tuvieron consecuencias evolutivas importantes en los humanos.
Los investigadores concentraron su trabajo principalmente en dos secuencias que actúan como enhancers. Una que actúa sobre el gen AR, un gen produce receptores para hormonas humanas y otra secuencia reguladora que actúa sobre GADD45G, un gen relacionado con el crecimiento del tejido cerebral.
El estudio fue publicado en línea en la revista Nature el 9 de marzo.
Nuestro conocimiento y sentido común acá fallo, pues muchos de nosotros pensabamos en que lo que nos diferenciaba de humano a primate era lo "avanzado" que eramos o nuestra complejidad, y ahora con este comunicado de Nature nos queda ahora todo patas para arriba, al saber que lo que nos diferencia es la pérdida de genes que nos daban ciertos fenotipos que ahora están inexistentes. La complejidad y la cadena del ser entonces ahora ¿puede realmente quedar descartada? o nuestro avance al perder cosas "inecesarias" nos hará seguir pensando en la arraigada cadena del ser de Aristoteles, claro, con adaptaciones contemporaneas
ResponderBorrarSandra S.
Totalmente de acuerdo con Sandra.Y que extraño que por pérdida de genes se puedan dar cambios tan importantes en algún tipo de vida. aparte eso del gen GADD45D la verdad se me hace muy interesante nuca había escuchado de eso, Que buena investigación.
ResponderBorrarQue interesante! Y como es que de pronto una investigacion asi puede desplomar algo q se ha creido durante tanto tiempo, ya que en este caso los seres humanos no seriamos los mas avanzados porque claramente este art nos expone que no fue por adquirir genes; osea que nunca adquirimos algo que nos diferenciara de ls demas animales, por lo tanto la idea de que somos mas avanzados no aplica; o mejor dicho hay que dejarlo al criterio individual: ¿esta perdida de DNA se podra considera un avance?
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