A continuación mostramos un fragmento del artículo titulado "Precisión científica" escrito por Por Martín Bonfil Olivera que pertenece a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM
(Publicado en Milenio Diario, 18 de febrero de 2015).
En este artículo se destaca la precisión, rigor y honestidad de los científicos. En efecto, estas son cualidades que los deben caracterizar y que hay que ejercer cuanto antes durante los estudios de una carrera científica, es por ello que los invito a que en el Laboratorio de Prácticas de Genética, sigan estos principios, hay que cuestionarse lo que hacemos en el laboratorio, lo que se pretende demostrar, lo que nos dicen los datos y si éstos corresponden o no con lo esperado, y si no corresponden a qué se debe.
Les dejamos aquí el fragmento del artículo: Según un viejo chiste, un ingeniero, un científico y un matemático viajaban en tren por Irlanda. De pronto, vieron una oveja negra por la ventana. “¡Miren, en Irlanda las ovejas son negras!”, exclamó el ingeniero. “Error”, señaló el científico. “Con los datos disponibles, lo más que podemos afirmar es que en Irlanda hay una oveja negra”. “Se equivocan, amigos”, intervino el matemático. “Lo único que sabemos con precisión es que en Irlanda existe al menos una oveja, uno de cuyos costados es negro”.
Aunque existen diversas versiones de la anécdota, lo que muestra es un rasgo que caracteriza a los científicos: su cautela intelectual, su excesivo énfasis en la precisión de los datos (que sólo superan los filósofos y los matemáticos). Se trata de una deformación profesional, que es muy útil en su ocupación pero que en el contexto de la vida diaria puede resultar cómica, y también causar malentendidos.
Pero, a cambio de ello, los científicos también están acostumbrados a cambiar de opinión, instantáneamente y sin problemas, si se les demuestra que sus datos o su razonamiento son erróneos: su gran cautela intelectual se complementa con su honestidad intelectual.
Si quieren leer el artículo completo sigan la siguiente dirección: http://lacienciaporgusto.blogspot.mx/2015/02/precision-cientifica.html
(Publicado en Milenio Diario, 18 de febrero de 2015).
En este artículo se destaca la precisión, rigor y honestidad de los científicos. En efecto, estas son cualidades que los deben caracterizar y que hay que ejercer cuanto antes durante los estudios de una carrera científica, es por ello que los invito a que en el Laboratorio de Prácticas de Genética, sigan estos principios, hay que cuestionarse lo que hacemos en el laboratorio, lo que se pretende demostrar, lo que nos dicen los datos y si éstos corresponden o no con lo esperado, y si no corresponden a qué se debe.
Les dejamos aquí el fragmento del artículo: Según un viejo chiste, un ingeniero, un científico y un matemático viajaban en tren por Irlanda. De pronto, vieron una oveja negra por la ventana. “¡Miren, en Irlanda las ovejas son negras!”, exclamó el ingeniero. “Error”, señaló el científico. “Con los datos disponibles, lo más que podemos afirmar es que en Irlanda hay una oveja negra”. “Se equivocan, amigos”, intervino el matemático. “Lo único que sabemos con precisión es que en Irlanda existe al menos una oveja, uno de cuyos costados es negro”.
Aunque existen diversas versiones de la anécdota, lo que muestra es un rasgo que caracteriza a los científicos: su cautela intelectual, su excesivo énfasis en la precisión de los datos (que sólo superan los filósofos y los matemáticos). Se trata de una deformación profesional, que es muy útil en su ocupación pero que en el contexto de la vida diaria puede resultar cómica, y también causar malentendidos.
Pero, a cambio de ello, los científicos también están acostumbrados a cambiar de opinión, instantáneamente y sin problemas, si se les demuestra que sus datos o su razonamiento son erróneos: su gran cautela intelectual se complementa con su honestidad intelectual.
Si quieren leer el artículo completo sigan la siguiente dirección: http://lacienciaporgusto.blogspot.mx/2015/02/precision-cientifica.html
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