22 enero 2013
Genes, cocaína y mortalidad
07 noviembre 2012
Un vistazo a los genes masculinos podría evitar tratamientos innecesarios por falsos riesgos de cáncer prostático
Imagen tomada de prostatitisdr.com |
22 agosto 2012
Descubren una causa genética para algunos casos de autismo
Imagen tomda de definicionabc |
Un grupo de científicos de la Universidad Davis de California, reportaron en una publicación el 14 de Agosto pasado, un mecanismo genético que podría desencadenar este tipo de comportamiento neurológico.
En su experimento con ratones, removieron un alelo del gen PTEN, que codifica para la proteína homóloga de fosfatasa y tensina (Pten por sus siglas en inglés), de las neuronas de los roedores, causando un déficit en su expresión. Investigaciones anteriores habían demostrado ya que este gen se encuentra en forma anormal en algunos niños con autismo, pero su efecto en el cerebro no era bien conocido. Este nuevo estudio muestra que una deficiencia en este gen provoca una interrupción en la utilización de energía en las neuronas de los ratones, debido a que afecta el funcionamiento de las mitocondrias, y por ende en el suministro de energía de las células
La proteína Pten es una supresora de tumores, y en varios casos de cánceres humanos, se ha encontrado que dicha proteína presenta mutaciones. Mientas que la pérdida de los dos alelos parece relevante para la formación de tumores, mutaciones en algún alelo han sido ligadas con tumores benignos, macrocefalia, ataxia, retraso mental, Alzheimer y autismo. Esta nueva investigación demuestra que cuando la proteína es insuficiente, su interacción con p53 genera deficiencias y defectos en otras proteínas que también se han encontrado en pacientes con problemas de aprendizaje, incluyendo autismo.
Los científicos detectaron un mal funcionamiento en las miticondrias neuronales de los ratones cuando tenían éstos apenas cuatro o seis semanas de nacidos. Entre las 20 y 29 semanas, el daño en el DNA de las mitocondrias y la interrupción de su función se había incementado dramáticamente. Por ese tiempo, los ratones comenzaron a evitar el contacto con sus compañeros en la camada y empezaron a pasar mucho tiempo aseándose. El comportamiento antisocial fue más pronunciado en los ratones a una edad equivalente en humanos a la pubertad, cuando la esquizofrenia y otros desórdenes mentales comienzan a ser más aparentes. Los ratones en el control, sin déficit de proteína Pten, no mostraron problemas con sus mitocondrias ni comportamiento anormal.
Estos descubrimientos pueden ser el comienzo del tratamiento del autismo, al menos en los casos en los cuales el gen PTEN esté involucrado.
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21 junio 2012
La Genética y el mejor amigo del hombre. Segunda parte
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tomado de MiMascota10 |
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02 junio 2011
Finas impresiones genéticas tienen grandes consecuencias: Múltiples puntos de paro en los genes son más importantes de lo que se pensaba.
Una mosca sin abdomen es el devastador resultado de un pequeño cambio genético descubierto por un grupo de investigadores portugueses. Este grupo, encabezado por Alexandra Moreira del Instituto de Biología Celular y Molecular (IBMC), descubrió que cuando se remueve la señal de paro de un gen, las Drosofilas sufren severas anomalías en el desarrollo y mueren. Los hallazgos de esta investigación fueron publicados en la revista EMBO mostró que es importante cuál de las dos señales de paro del gen polo usan las células .Y que la pérdida del segundo conduce a graves problemas con el desarrollo normal y, finalmente, la muerte.
Para que el material genético sea decodificado exitosamente, el genoma tiene incluidas señales o marcas. Estas muestran a la maquinaria celular dónde comienzan y terminan los genes cuando copia el material genético nuclear en RNA mensajeros que llevan la información a las fábricas de proteínas para sintetizar los componentes celulares. Durante el de-codificación de los genes hay una pequeña marca -llamada señal de poliadenilación- que indica a la célula "el mensaje termina aquí" o "el punto final de los genes", explica Alexandra Moreira, quien coordinó el equipo de investigación. En el trabajo participaron otros dos grupos uno en el IBMC, dirigido por Claudio Sunkel y el otro en la University of Oxford, dirigido por Nicholas Proudfoot, quien descubrió las señales de poliadenilación hace más de 30 años.
El artículo completo puede leerse en la siguiente liga.